Mientras los medios dan por concluida la evacuación de todos
los alpinistas que aún permanecían en los campos 1 y base del Everest, nos
fijamos en algunos detalles secundarios.
ExplorersWeb llama la
atención sobre la previsibilidad del accidente. El Himalaya es una zona de alta actividad
sísmica y un terremoto de importancia no era, al fin y al cabo, tan
sorprendente. Lo curioso es que, según afirma el portal americano, la tragedia
tuvo avisó hace doce meses. Para ello citan a Gianpietro Verza, director
técnico del laboratorio italiano EvK2CNR
- cuya base de investigación sobre el terreno es una “pirámide” de cristal y
acero cerca del campo base y que, por cierto, mantienen una webcam que muestra
la cima en tiempo real.
Para Gianpietro, según ExplorersWeb, el derrumbe de hielo en la cascada del
Khumbu costó la vida a 16 sherpas que trabajaban en la ruta pudo deberse a un
movimiento sísmico. Aquel fue el accidente con mayor número de víctimas en la
montaña hasta el momento, y supuso la cancelación de todas las expediciones al
techo del mundo por la vertiente de Nepal (la cara sur).
No he encontrado el testimonio original del italiano, pero
sí unas declaraciones del lunes a la Radio Vaticana en las que habla del
terremoto, lo equipara al gran seísmo que se cobró 10.000 vidas en el mismo
país hace ochenta años, y advierte de que la actividad sísmica se espera que
continúe en próximos días.
Para la temporada 2015 se había buscado una ruta alternativa
que resultase más segura, si bien más larga. De hecho, y aunque los detalles no
están claros, el mayor número de víctimas este año no se produjo en la cascada
de hielo (que se interpone entre el Campo Base y el Campo 1 de la ruta normal
de la cara sur del Everest). Se ha informado incluso de que algunos sherpas
pudieron descender por ella tras el terremoto, puesto que la ruta no había
resultado muy afectada. El mayor daño se produjo en una zona supuestamente segura
del Campo Base, que ocupa una extensión enorme del glaciar del Khumbu. Al
parecer, el seísmo provocó un desprendimiento de hielo en el collado que se
encuentra entre los picos Pumori y Lingtren, al otro lado del glaciar, y la
avalancha subsecuente impacto en una parte del campo base.
Ftograma del vídeo subido a Vimeo por la expedición canadiense 6Summits Challenge. Se titula "Tribute to the fallen" aunque, más que un homenaje a los caídos, ofrece una crónica sombría del desastre en el campo base del Everest |
Al final, se repite el balance trágico en el techo del mundo
y el brusco cese de la actividad alpinistica. No queda nadie en la vertiente
nepalesa de la montaña y, según la agencia Xinhua, las expediciones que
intentan llegar a la cima desde el Tibet también van a ser canceladas. Xinhua
afirma que la razón es que lo sherpas trabajando en las expediciones están
ansiosos por regresar a sus casas y comprobar el estado de estas y de sus
familiares.
Expediciones en otros ochomiles del Himalaya están tomando la
misma decisión – prácticamente a nadie le quedan ganas de seguir en la montaña.
Los que tienen viveres y equipo de sobra, seguramente le darán mejor uso donándolo
a los damnificados. Incluso algunos grupos que iban de camino a Nepal han
informado de que cambian súbitamente de objetivo y que van a dedicar su viaje a
labores humanitarias en vez de alpinísticas.
Hasta qué punto estas declaraciones de intenciones
constituyen toda la verdad, o se complementan (aunque sin expresarlo
abiertamente) con el natural miedo a nuevos temblores que afecten a las
condiciones de la montaña, el estado de las rutas, la imposibilidad de
contratar personal local de apoyo, o el simple interés mediático de los
patrocinadores y los mismos alpinistas (no hay imagen pública que aguante una
alegre escalada sobre los escombros de un país en ruinas), no puedo decirlo. En
todo caso, bueno será si ayuda de alguna manera a los cientos de miles de
familias que han perdido mucho más que una cumbre.
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