30 de diciembre de 2015

Fechas señaladas

¿Por qué justo antes de fin de año parece que todo lo que hacemos tiene más importancia? Ayer, esperando (sin éxito) dar una vuelta sin mojarme, subí a las Machotas, cerca del Escorial. "Seguramente, la última cumbre del año," comenté con mi chico. Fue la excusa para un selfie. Luego empezó a llover. Al fin, la lluvia. Que solamente fue nieve en la misma cumbre de Peañalara. El resto de Guadarrama quedo limpio y brillante para la Nochevieja,pero sin blanco que declarar de cara al Año Nuevo.

Y sin embargo, las Machotas, tan habituales en los paisajes de mi vida, se merecen una foto más porque las recorro justo antes de terminar el año. En realidad, es bastante prosaico todo esto...

Eramos tan jovenes...
Hace dos semanas celebramos el 60 cumpleaños de un amigo. Alguien que , sin duda, le quiere bien, nos juntó a más de treinta en su querida sierra de Gredos. También nos pidió a todos alguna foto que tuvieramos compartiendo momentos con el homenajeado y, con las aportaciones, editó un album. Yo contribuí con unas imágenes desvaidas (¡en papel!) que recuperé de milagro de uno de los archivos de mis tiempos de reportera del diario Marca - la mayoría de mi hemeroteca particular ha desaparecido en mudanzas, ataques limpiones, nuevos comienzos y algún que otro despido-. Casi me asusto al ver a aquellos chavales que reíamos de camino al Posets... el siglo pasado. Por entonces solía llamarte Ignacio. Y ya éramos viejos amigos.

Pero no únicos. Las fotos reunidas para el cumpleañero, que vimos proyectadas sobre una pantalla, resumían una trayectoria que, vista así, de seguido, impresionaba: Alpes, Andes, crestas pirenaicas, canchales de Gredos, bosques del norte y del sur, cuerdas y piolets, nieve, roca y hierba... y gente. Mucha. Sonriendo a la cámara. En tus fotos, Nacho, aparecen muchas cimas, pero aún más amigos. Instantáneas que no conmemoraban fechas señaldas, si no grandes momentos. De esos que perduran, ésos que nos llevamos son nosotros, al año que viene y a los siguientes. Los que nos queden, los que nos dejen.
... Y nevaba más en el Posets (1998?99?)


La vida puede ponerse muy de lado: a veces la ruta se complica hasta el filo del pánico. Sé que sabes de lo que hablo, pero el otro día ví como un montón de personas testificaban desde décadas de fotos que eres un gran tipo. Hoy y cualquier otro día. Mucha suerte Nacho, en el año que viene y en las cumbres que te esperan. Seguro que hay gente contigo para sacar las fotos que de verdad importan.

¡Un abrazo a todos y Feliz Año Nuevo!

7 de diciembre de 2015

Una de campañas

Por casualidad, estaba escuchando Radio Nacional ayer cuando se produjo la noticia del día: el "encontronazo" espontáneo entre Celia Villalobos y Pablo Iglesias en el Congreso de los Diputados.
¿Y a qué viene esto en un blog de montaña? Bueno,  porque algo que dijo el líder de Podemos me trajo a la mente otro algo que, mira por dónde, sí puede venir al caso temático que generalmente me ocupa. Vale, y porque me he dejado llevar por la sobreinformación monotemática. Se me pasará en la siguiente entrada, de verdad.
Cuando no se sabe qué foto poner, un gato siempre queda bien. Este es el Gato Balu, no de Podemos ni del PP, sino de Wikimedia Commons

A lo que iba. Trataba doña Celia de cubrirse ante los ganchos de izquierda que el chico de la coleta - al que empezó llamando Sr. Iglesias para luego acabar con un "mira niño" desempapelado - le lanzaba envueltos en acusaciones de corrupción. "No son los partidos", tanteaba Villalobos, "son individuos... igual que en todas partes...". "No señora," interrumpía el otro. "¡La sociedad es honesta!" Para cuando al veterana del PP se dio cuenta de aquello y le aconsejó dejarse la demagogia en casa, llegaba cuatro o cinco frases tarde.

Esa idea de que la sociedad es honesta y los políticos -o por lo menos, según declaró Iglesias, los del PP - son corruptos, como si vinieran de Marte, puede quedarse en frasecilla de campaña... O en una reflexión sobre la facilidad con que la gente (y ojo, que la gente somos todos, usted y yo incluidos) justifica -o ignora- faltas propias mientras se enciende con las ajenas.

También se dice que la montaña es pura, y que los que la disfrutan y la aman comparten también esa limpieza en su espíritu. Que contemplar las cumbres fortalece el alma y muestra lo eterno y lo importante. Que las cosas mundanas dejan de tener valor frente a la naturaleza poderosa.

Yo sé de uno que dijo regresar de la cima del K2 cuando en realidad llevaba dos días agazapado en una tienda escondida tras una roca. Los (y las) hay que que solo hacen 6c+ en Patones sin testigos conocidos. O está el que asciende en "solitario" rodeado de personas que, eso es cierto, no son amigos suyos. Hay saltos de esquí que acaban en tortazos y rodadas pendiente abajo que no salen en FaceBook. Está muy feo pedir la baja por una luxación de oreja y aprovechar los días para disfrutar del Pirineo entre semana. Casi tan feo como difundir rumores sobre otro alpinista para que no nos haga sombra a la hora de visitar posibles patrocinadores. Es extraño que, al llamar a la Federación, el contestados nos indique que si queremos hablar con Comunicación marquemos el 1 y si queremos hablar con Prensa marquemos el dos. Ni las empresas del Ibex tienen esos dos departamentos separados, porque no cuadran en ningún presupuesto sensato. No se conocen casos notorios "doping"... pero tampoco hay controles en las competiciones "amateur". Y no sigo, porque no es agradable ni positivo listar miserias.

Tampoco creo que seamos más cínicos que los practicantes de cualquier otra disciplina deportiva, o que en cualquier otro aspecto de la vida. Lo que si pienso es que, o Iglesias se equivoca (en ese comentario; no voy a evaluar el resto de su campaña) o en este país deberíamos tener muchísimos más políticos.