11 de abril de 2016

Tiempo de acción

La primera de la temporada a Bola, Valdemartin, Cabezas y vuelta, el dos de abril!
El Pallars, resplandeciente (Sobre los lagos de Colomina durante la Carros de Fuego)

Tubo Ruau, en Peñalara-Claveles, de lujo en abril

Perdon por no publicar, estaba esquiando. A veces los inviernos no llegan. Otras, como ha ocurrido este año, llegan con retraso, y se convierten en primaveras blancas que hay que exprimir al máximo pra luego recordarlas bajo la lluvia o sufriendo la canícula del verano. Al fin, y cuando casi habíamos perdido la esperanza, sobra nieve y, maldíta sea, faltan piernas para hacer todo lo que se ofrece. Desde luego, está claro que para actualizar este blog no me ha quedado tiempo. Sé que no es excusa, pero ahí van unas fotos.

LA coa cambió a mediados de febrero, con nevadones en la sierra como este de la Granzja, que permite esquiar alrededor del Patrimonio Nacional

Al fin, la sierra como nos gusta (Valsaín)

Grandes días para disfrutar de nieve fresca en los pinares segovianos

Los increíbles Alanos (valle de Ansó)

Disfrutando del premio en la Alta Ruta Pyrene (Refu de Linza al fondo)



Good weather climbers (II)

Tras otra semana de mal tiempo en la sierra de Madrid, retomo el monólogo de hace un par de semanas, dedicado a los aficionados a las ascensiones borrascosas, principalmente en montañas que pillan cerca de casa.

Terminaba el post con la sorpresa recurrente que me produce ver los paneles de la autovia informando alternativamente de malas condiciones, uso de cadenas y avisos de aparcamientos llenos desde las siete y media de la mañana en los puertos de la sierra de Madrid. El pasado fin de semana fue un buen ejemplo. Se ve que la nieve, que se había hecho esperar hasta casi dejar de esperarla en Guadarrama, había atraído a miles de personas con su llegada tardía pero generosa. También venía con nubes, temperaturas muy bajas y vientos fuertes, según las previsiones, pero tales accesorios al parecer no habían echado atrás a nadie.

Muchos, supongo, acudían a las estaciones de esquí alpino que, al fin, estaban abiertas. Bueno... está bien pagar un forfait con vendaval incluido... y, con niebla densa, a lo mejor parece que hay más pistas que las dos o tres que tengan disponibles... Cuestión de gustos, en fin.